El
cosquilleo existia a pesar de mi experiencia en vueltas olimpicas
(tengo 33 y estube presente en todas menos en la del 74) La
semana arranco haciendo la cola toda la noche para conseguir
una entrada, del grupo con que estaba solo llego a la boleteria
mi hermano Favio quien gracias a su polenta consiguio entradas
para casi todos nosotros, nos faltaba una, pero a mi sobrino
de 11 años lo ibamos a meter sin entrada de una. Los
tiket los guarde yo como quien guarda un trofeo de guerra
y a traves de las camaras de los medios del pais no entendian
nada, se matan por una entrada al pedo si en la cancha de
Independiente van a tener mas 20 mil localidades... claro
no tenian idea de lo que es el descontrol y la pasion leprosa.
El sabado preparamos todo, los dos autos, dos familias a full
y dos heladeras con alimento y bebidas y una carga de esperanza
a toda prueba. en esos momentos fue casi imposible encontrar
un sina por la calle, claro, ellos saben que nosotros en estas
situaciones nunca fallamos y conozco varios casos de mudos
sin aliento que prefirieron tomarse unos dias de vacaciones
en misiones antes de ser testigos de tremendo acontecimiento.
El domingo amanecio soleado, las bombas se empezaron a esuchar
desde bien temprano, dormi muy poco como si fuera yo quien
iba a jugar ese partido, al salir a la calle senti algo que
al recordarlo me eriza la piel, senti al presencia de Newell's
en el aire, de muy temprano se veian autos pasar con banderas
rojas y negras saliendo por las ventanas, fuimos a cargar
nafta y embanderamos nuestros autos, adelante y atras teniamos
ya mas autos en misma situacion y la sonrisa complice con
la que nos comunicamos los hinchas leprosos aunque no nos
conozcamos, es que pertenecemos a una raza distinta, somos
distintos no hay dudas, tanta pasion focalizada hacia un objetivo
hace que a la larga lo consigamos.
Salimos a la ruta y lo que se veia fue algo jamas visto, y
eso que fui testigos de masivos traslados de hinchas leprosos
a canchas capitalinas, lo de aquella mañana por la
autopista no tiene comparacion alguna, parecia una avenida
de la ciudad, los autos, colectivos, camionetas, motos se
contaban por miles, la gente haciendo dedo impresionante y
hasta he visto gente caminando! que seguramente habia salida
la noche anterior.
Y el panorama se iba acrecentando a medida que nos acercabamos,
no habia dudas, todas las previsiones en cuanto a la cantidad
de gente se habian desvirtuado y estabamos seguro que eramos
testigos privilegiados de un acontecimiento inedito, de un
verdadero exodo leproso a Avellaneda.
Al entrar en capital nos dimos cuenta cabal que en verdad
estabamos invadiendo buenos aires, que ese obelisco que nos
veia pasar desconfiado seria testigo de unos de los festejos
mas extraordinarios de los ultimos tiempos.
Llegamos a Avellaneda y guardamos los autos en una cochera
que nos mato con 10 mangos, pero por Newells eso no era nada,
Avellaneda era el parque Independencia un domingo de partido,
los colectivos de linea que llegaban cerca de la cancha venia
con leprosos hasta en el techo, y no es una metafora, es pura
realidad, caminamos unas cuadras y encontramos una plaza,
ahi comimos y bebimos y cofraternizamos con otros hinchas
que tambien se instalaron alli.
Al acercarse la hora del partido partimos rumbo a la cancha
y ahi la marea humana nos dejo sin palabras, veredas y calles
eran una sola cosa, conocidos por todos lados, eso fue el
pais Newells algo jamas visto.
Asi entramos, mi hermano que tenia las 10 entradas y nosotros
que eramos 11, pero bueno, entramos igual nunca nadie se dio
cuenta. Ya dentro de la cancha por todos los rincones salian
hinchas nuestros, hasta en la propia visera habia hinchas
de la lepra! y a los que dudan que fuimos 40 mil, cuantos
entran en la cancha de Independiente? 50 mil? ma van a decir
a mi que habia 10 mil del rojo, ni en pedo, la llenamos nosotros
solos a esa cancha.
El calor nos comio el amte, los baños sin agua nos
dejo a manos de los hijos de puta que nos vendian una botella
de gaseosa a 5 mangos, pero por ver a Newells Campeon eso
no era nada! El equipo estaba atado, entre el calor el grito
ensordecedor, las banderas, el cotillon y un equipo que estaba
atado nuestra mente viajo a otras canchas, insultabamos a
los que tenian radio recriminandoles que porque no terminaba
ya el partido de velez y arsenal, veo gente arrodillada rezando,
gente que va y viene, el tiempo se detubo por un instante....
termino ! empato velez!
....... y todos explotamos! abrace a todos los que estaban
a mi lado, no llores mas me dijo uno y no pude hacerle caso,
corri a buscar a mi gente y ahi estaban mi vieja mis hermanos
todos llorando todos locos por haber sido testigos de una
estrella mas, la estrella de Avellaneda.
El final lo conoce todos, horas para salir de esa cancha y
esas calles alborotadas, ese obelisco que fue testigo de un
festejo inedito, esa ruta esos peajes que vieron desfilar
miles de almas rojinegras, y rosario y sus calles, el monumento
y el Coloso, ya todos saben lo demas, ya todos saben quien
es el mas campeon de la ciudad, el que gana cosas importantes
y el que no arruga nunca, y vamos por mas, por eso nos tienen
tanto miedo.