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¿Qué es un juego de rol?

 

Andrés Palomino

 Existen muchos mitos y miedos alrededor de los juegos de rol. En cierto modo, no es de extrañar; no es fácil obtener información sobre el tema, y los medios de comunicación los han tratado de forma escasa, superficial y siempre relacionándolos con sucesos de lo más escabroso. Esto ha hecho que la gente que no ha tenido nunca algún contacto con un juego de rol se cree ideas del todo distorsionadas: al parecer, la opinión más generalizada es que el grupo de jugadores de rol es algo así como una especie de sociedad secreta y sectaria que celebra oscuros rituales y sacrificios. Nada más lejos de la realidad (bueno, depende). La verdad es que los sufridos roleros forman una comunidad más bien inofensiva. Deberían causar mucho más miedo cosas como el último congreso del PP (¡oh, no, una opinión política!). Con esta pequeña introducción al juego de rol esperamos disipar dudas y dar una imagen más aproximada a la realidad a todo aquel que sienta curiosidad por el tema.

  El juego de rol o Role Playing Game (RPG) consiste, tal como dice su nombre, en asumir un determinado rol o personalidad e interpretarlo, tal como haría un actor. La manera más fácil de visualizar una partida de cualquier RPG sin haber visto ninguna es pensar que se trata de una ficción parecida a una novela o una película, pero con los personajes interactuando en tiempo real. Es decir, una ficción de argumento interactivo y que varía constantemente. Los jugadores se reúnen en alguna casa, sin familiares a la vista, a ser posible, y con provisión de alimentos y demás para hacer una buena merienda, o algo parecido. Uno de los jugadores asume siempre el papel de director de juego (DJ) o 'máster'. Esto implica un poco más de trabajo para él que para los demás personajes jugadores (PJs), puesto que será él el encargado de planificar el argumento de la partida y de guiar a los PJs dentro del mundo que ha creado. Además, debe conocer perfectamente las reglas del juego para poder resolver cualquier situación que se le presente. Así, el 'máster' plantea la situación y controla a todos los personajes que existen en el mundo imaginario que ha creado, los denominados Personajes No Jugadores (PNJs). Estos PNJs interactúan con los jugadores, ya sea combatiéndoles, ayudándoles o simplemente estando por ahí. Eso sí, no hemos de olvidar que los protagonistas y el centro de la acción son siempre los PJs.

  Dentro de este mundo imaginario creado entre todos, el 'máster' se encarga de verificar que los personajes realicen acciones que sean posibles dentro de la situación que él ha inventado. Aunque nos movamos en mundos fantásticos diferentes al nuestro (fantasía medieval, ciencia ficción...), debe haber una serie de reglas y limitaciones para determinar qué puede hacer nuestro personaje. El 'máster' conoce como funciona su mundo y decide que es lo que sucede cuando un PJ intenta hacer algo de la manera más lógica posible. Por ejemplo, un juego de rol medieval fantástico (lo más común) se ambienta en un mundo cuya cotidianidad no es como la nuestra; magia, seres fantásticos, o luchas con espada están a la orden del día. Aún así, esto no quiere decir que cualquiera pueda hacer cualquier cosa.

  Cada jugador tiene un personaje definido por una serie de características (tales como fuerza, inteligencia o apariencia) que son elegidas al azar mediante dados. Estas características se recogen en una hoja de papel más o menos elaborada, lo que llamamos la 'ficha'. Estos datos serán útiles para el 'máster' para decidir como de bien, o mal, hará el personaje lo que pretende hacer. En la mayoría de juegos también se tiene en cuenta la variable azar, tirando dados cuando se quiere ejecutar una acción. Las características del recogidas en la 'ficha' determinarán las posibilidades de éxito (o fracaso) que tendrá nuestro personaje. Esta 'ficha' no suele incluir detalles sobre la personalidad del personaje en cuestión. Es tarea del jugador darle un carácter y hacer que actúe en consecuencia con su pasado (background). El reto del juego de rol es ser capaz de interpretar a un personaje de forma coherente, asumiendo sus metas y motivaciones y reaccionando ante los acontecimientos tal como lo haría aquél. Esta es la principal diferencia entre los juegos de rol y el resto de juegos de mesa: el jugador no es sólo una ficha sin más, se espera de él que interprete su papel como si de un actor se tratase, ya sea un ladrón de poca monta, una poderosa hechicera o un espía internacional. La partida de rol se convierte, así, en una experiencia gratificante tanto para los PJs como para el 'máster', inmersos todos en un mundo de imaginación en el que pueden hacer cosas que nunca podrían hacer en la vida real (y aquí remarcamos la diferencia inseparable entre JUEGO DE ROL y REALIDAD. Que un jugador interprete a un asesino no quiere decir que luego vaya matando a la gente por el mundo, de la misma manera que Anthony Hopkins no es Anibal Lecter -aunque Johnny Weissmuller acabó creyéndose Tarzán).

  Una vez que entramos en la dinámica de los juegos de rol, encontramos otros accesorios, como dados especiales, figuras de plomo y demás, que contribuyen a enriquecer el juego y a crear una atmósfera determinada. De cualquier forma, lo más importante a la hora de jugar a rol es tener mucha, mucha imaginación. Lo que ha hecho que tantísima gente haya consumido tantas horas con estos juegos es la posibilidad de evadirse de este mundo tan aburrido e imperfecto. Si estáis pensando en adentraros en el mundo del rol, cuidado, porque puede crear adicción, adicción sana, en cualquier caso. Porque esos manuales de reglas, que están a vuestra disposción en librerías especializadas, no están hechos de papel, ¡qué va!. Como el halcón maltés, están hechos con el material con que se forjan los sueños.