Modernizar y Reformar Medicare

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Igual que el Seguro Social, Medicare representa una promesa que la nación ha hecho a sus ciudadanos de la tercera edad--una promesa que debemos cumplir bajo obligación permanente.

Con este Congreso, las ramas ejecutivas y legislativas y ambos partidos políticos tomaran un primer paso hacia la restauración de la solidez de esta promesa no sólo para los años venideros, sino para las generaciones
venideras.

La modernización y preservación del Medicare deben estar entre las prioridades más urgentes de una era de propósito común.

Promesas A Renovar
Tras la aprobación en el Congreso de Medicare en 1965, el Presidente Lyndon Johnson dijo: "No se les negará más a los estadounidenses mayores el milagro curativo de la medicina moderna". Sin embargo, actualmente, Medicare en muchas maneras ya no se mantiene al tanto con los adelantos médicos modernos. Aunque la cobertura de Medicare para servicios de cuidado preventivo ha sido ampliada significativamente durante los últimos cinco años, Medicare aún ofrece un paquete de beneficios basado en el paquete más popular de Blue Cross/Blue Shield de la era del Presidente Johnson, actualmente un estándar de excelencia inadecuado. Y para muchos ancianos, Medicare no ofrece las opciones de cobertura que muchos de aquellos con seguros privados se han acostumbrado a recibir. Una de las mayores fallas de la actual cobertura de Medicare es que deja de cubrir las medicinas que requieren receta en el caso de los pacientes ambulatorios. Aproximadamente el 98 por ciento de los planes privados de seguro médico ofrecen un beneficio para medicamentos con receta o un límite en los gastos que pagan los asegurados como parte integral del paquete de beneficios. Las compañías privadas de seguro médico reconocen la importante función del tratamiento con medicamentos de la atención médica. A menudo, los medicamentos pueden ser terapias económicas que previenen la necesidad de hospitalizaciones costosas y otros tratamientos intensivos. La necesidad de reformas al Medicare no está relacionada solamente a la condición financiera del Medicare o a la falta de cobertura adecuada. Quizá de igual incumbencia es la complejidad e inflexibilidad de la propia burocracia de Medicare. El actual sistema, el cual constantemente tiene más y más páginas de regulaciones, pautas administrativas y otras directivas interminables emitidas mensualmente, a menudo desconcierta y frustra a los proveedores y beneficiarios. El sistema actual es demasiado complejo y centralizado, y todos los años se vuelve más aún. Las regulaciones agobiantes y otras directivas centrales obligan a que los proveedores le dediquen menos tiempo a sus pacientes para cumplir con el papeleo excesivo y complejo.

La excesiva complejidad administrativa de Medicare también lo hace vulnerable al fraude y al abuso. En 1999, el Inspector General del Departamento de Salud y Servicios Humanos determinó que el Medicare realizó pagos inadecuados de más de $13 mil millones. Dada la complejidad del Medicare, a menudo es difícil determinar dónde se terminan los errores sinceros y se inicia el fraude. La Oficina General de Contabilidad concluyó apenas en enero del 2001 en su Informe Actualizado sobre Altos Riesgos que la Administración de Financiamiento de la Atención Médica (HCFA por sus siglas en inglés) "carece de suficiente información sobre los sistemas de pago recientemente diseñados para determinar si los proveedores están siendo pagados adecuadamente por los servicios que prestan".

Mantener el programa del Medicare para generaciones futuras de beneficiarios requerirá que el gobierno federal haga un esfuerzo sincero y franco para tratar estos problemas. Reformar el Medicare también requerirá reformar el HCFA. Esto conllevará utilizar todas las estrategias apropiadas para mejorar la calidad de las opciones de atención a la salud para los beneficiarios en lugar de depender de regulaciones cada vez más punitivas, sistemas de precios arbitrarios y múltiples, y demoras para mantener el status quo.

¿Qué tan Anticuado se Ha Hecho el Medicare?
Actualmente, el Medicare cubre apenas el 53 por ciento de los gastos médicos anuales del anciano promedio. El actual programa del Medicare está agobiado por una complejidad burocrática horrorosa, y funciona de manera no competitiva e ineficiente. Además, el programa carece de la flexibilidad necesaria para funcionar de una manera distinta.

El Medicare no deja de satisfacer las necesidades de los pacientes mayores de otras maneras:

• Aunque se ha ampliado significativamente los servicios de atención preventiva ofrecidos bajo el Medicare, éstos aún son insuficientes para ayudar a que los ancianos de hoy permanezcan saludables, y por lo tanto eviten atención médica más costosa en el futuro;
• Los servicios rutinarios tales como los reconocimientos médicos anuales, exámenes de la vista y los audífonos no están cubiertos;
• No está en coordinación con el sistema de seguro médico basado en el empleo, lo cual disuade a algunos de seguir trabajando;
• Tiene una estructura de distribución de los costos con pagos de tarifas por servicios que aún hace que los ancianos sean vulnerables a altos costos, y es menos efectivo que necesario para asegurar el uso adecuado de la atención médica; y
• Actualmente mantiene fondos fiduciarios separados, uno para atención a los pacientes internados en los hospitales y para aquellos en el período de recuperación, y uno para los honorarios médicos y otros costos del tratamiento ambulatorio. Esta separación puede llevar a conclusiones falsas sobre la financiación del Medicare y refleja una era distinta en la medicina.

• Entre el año 2010 y el 2030, el número de personas de 65 años de edad o más aumentará de 39.7 millones a 69.1 millones, lo cual constituye un promedio de un millón y medio de ancianos adicionales al año, durante 20 años.
• Los actuarios del Medicare proyectan que durante ese mismo periodo, los gastos en proyectos del Medicare incrementarán de $324 mil millones a $694 mil millones en dólares constantes del año 2000.
• Este cambio en las características demográficas de la población se iniciará con el retiro de aquellos nacidos durante el auge de la natalidad o baby boom, pero no concluirá entonces.
• Los grandes adelantos del Siglo XX en las áreas de salud y bienestar traerán como consecuencia aumentos significativos en la expectativa de vida durante el Siglo XXI.
• Los demógrafos actualmente vaticinan que las personas nacidas en el año 2000 vivirán hasta la edad de 76 años en promedio, un aumento de casi seis años al compararse con las personas nacidas en 1970.
• Como resultado, se calcula que habrá un cambio permanente en la relación de trabajadores a beneficiarios del Medicare de 4.0 trabajadores actualmente a 2.3 en el 2030 y 2.0 en el 2070.

Estas tendencias demográficas alterarán drásticamente los desembolsos tanto del Seguro Social como del Medicare, pero probablemente el problema será aún más pronunciado en el caso del Medicare debido a los aumentos esperados en el costo de la atención médica por cada beneficiario.

Se calcula que los desembolsos per capita del Medicare superen de lejos el índice de precios al consumidor durante los próximos 25 años.

Estas tendencias demográficas están teniendo un impacto en todo el programa del Medicare, lo cual crea una necesidad crítica de concentrarse en la solvencia del Medicare, en su integridad.

Mientras que es cierto que se proyecta un superávit en el Fondo Fiduciario de Seguro Hospitalario durante los próximos diez años, concentrar tanta atención en solamente uno de los dos fondos fiduciarios del programa, el cual representa apenas el 60 por ciento de los gastos totales del Medicare, es incorrecto.

Una evaluación completa de la situación financiera del Medicare muestra que los gastos sobrepasan el total de los ingresos impositivos y las primas actualmente destinadas a Medicare, y se calcula que esa "disparidad financiera" aumente drásticamente. Esta disparidad fue de $51 mil millones en el 2000, y aumentará hasta llegar a $216 mil millones (en dólares constantes) en el 2020, y $368 mil millones en el 2030. Actualmente, el superávit de Medicare no sólo es inexistente, sino que más bien existe un gran déficit. (Véase el Cuadro 5-2.)

Aún sin el gran problema financiero, la modernización del Medicare es necesaria para asegurar que los beneficiarios reciban atención médica de alta calidad. Pero el amenazante déficit financiero hace que las reformas sean aún más urgentes. Para que tenga éxito, la reforma debe mejorar sustancialmente el financiamiento a largo plazo del Medicare.

La Estrategia del Presidente para Mejorar y Fortalecer el Medicare
El presupuesto, en combinación con un esfuerzo sistemático por cambiar el anticuado programa del Medicare y su administración, dedicará $156 mil millones este año y durante el transcurso de diez años para una modernización del Medicare requerida urgentemente, la cual incluirá la disposición de un plan integrado de medicamentos con receta.

El Presidente planea reformar Medicare basándose en los siguientes principios:

• Se debe conservar la garantía actual de acceso de los ancianos al Medicare;
• Cada beneficiario de Medicare debe contar con alternativas de planes de seguro médico, entre ellas la opción de enrolarse en un plan que cubra los medicamentes con receta;
• El Medicare debe cubrir los gastos de los ancianos de bajos ingresos;
• La reforma debe proporcionar acceso eficiente a la más reciente tecnología médica;
• No deben aumentarse los impuestos sobre la nómina para el Medicare; y
• La reforma debe establecer una manera de cuantificar de manera exacta la solvencia del Medicare.