Bienvenidos a la sección de Blog Squad en Español, una colección de artículos de opinión, de periodistas, artistas y especialistas en básquetbol alrededor del mundo, quienes han querido compartir sus pensamientos acerca de la NBA. Aquí podrás consultar las columnas de opinión de cada uno de nuestros invitados especiales.

Los puntos de vista expresados en Blog Squad en Español representan únicamente la visión de quienes escriben en ella. No representan la posición de la NBA.com/español, de la NBA o de alguno de los equipos de la liga.

Isabel Tabernero
Revista Oficial NBA
Licenciada en periodismo, con un máster de periodismo del periódico El Mundo. Ha trabajado por varios años en las secciones de deportes de medios locales, como el Diario de Cádiz. Tras año y medio en Marca, desde 2003 es redactora de la Revista Oficial NBA.

El eclipse de Pau
Publicado por Isabel Tabernero. Febrero 22 del 2008 a las 10:09 AM

NBAE/Getty Images
Felicidad total, la de Dwyane Wade. ¿Le daba risa lo absurdo del traspaso de Shaq o lo increíble del desastre de Miami?
Ha robado protagonismo al All Star. Ha puesto nervioso a los mejores equipos de su Conferencia. Ha desencadenado todo tipo de reacciones: desde las diplomáticas o de admiración y reconocimiento hasta las tremendamente sinceras, malhumoradas y llenas de rabia. Él no tuvo nada que ver al principio, pero su impresionante comienzo lo ha tenido todo que ver después. Pasan los días y no cesa el tema, ni las retransmisiones, ni las páginas y páginas escritas sobre lo mismo. Gasol y más Gasol. Este asunto del que tanto se ha escrito y se escribirá (pero, ¿queda algo por contar?, se pregunta uno cuando coge un periódico de información general y ve otra doble dedicada al catalán) eclipsa los triples dobles de LeBron, la impresionante racha de New Orleans, el bajón de Portland, el inquebrantable dominio ‘celtic’ o los traspasos locos del Oeste. ¡Ah! El Oeste… ahí es donde se ha notado de verdad el Efecto Gasol (dícese de la ansiedad que demuestran los equipos favoritos del Oeste por hacer movimientos sí o sí, aunque aparentemente carezcan de sentido después del eficacísimo traspaso del español a los Lakers).

No parece que en un sistema que lleva cuatro años trabajando con la velocidad como motor de acción (Phoenix) fiche a Shaquille O’Neal con toda su artillería pesada… y sus piernas, lentas. No se entiende demasiado que lo que necesitara Dallas fuera un base como Jason Kidd, que cobra un dineral y ronda la retirada casi más que el anillo, sólo que para esto último hay muchos más candidatos. No se imagina uno hasta qué punto puede llegar a ser encarnizada la lucha este año en Playoffs en esa Conferencia Oeste, llamada salvaje ya antes de incluir a Shaquilles y Gasoles. Va a tener razón ese amigo que comenta con sorna lo cómodo que va a ganar este año el título un equipo del Este, descansado y reposado y no destrozado tras una pelea a muerte en las rondas previas, y midiéndose en las Finales sólo a uno de ellos: San Antonio o Dallas o Phoenix o Lakers (que a su vez se habrán medido a unos Jazz, a unos Hornets, a unos tapadísimos y peligrosísimos Warriors), pero no a todos ellos.

Pero, volviendo al tema del eclipse de Pau, hay que reconocer la poca trascendencia en esta zona del mundo que ha tenido el All Star, derrotado por los análisis exhaustivos de la química de Gasol con Bryant, las victorias amarillas que no cesan, los partidazos del español… (y paro, que si no, no acabo).

Yo seguí el fin de semana de las estrellas con bastante interés y además de la calidad de casi todas las competiciones y lo que impresiona ver jugar a la vez a LeBron, Carmelo, Howard, Chris Paul, los dos representantes del ‘Big Three’, etc., hubo un ‘all star’, y no por lo que hizo sobre el parquet, que me llamó especialmente la atención. Primero fueron sus risas, rozando lo histriónico, en la ‘fila cero’ del partido de rookies. Siguió con su alegría el sábado de concursos y finalmente, mantuvo la actitud de sonrisa permanente el domingo. Felicidad total, la de Dwyane Wade. ¿De qué se reía tanto, especialmente cuando se percataba de que la cámara le enfocaba? ¿De verdad estaba tan feliz? ¿Le daba risa lo absurdo del traspaso de Shaq o lo increíble del desastre de Miami? Quizá le hacía gracia pensar lo nerviosos que se ponen otros por un anillo que él ya ha ganado. Él no peleará por llevárselo este año..

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Epidemia amarilla… por contagio
Publicado por Isabel Tabernero. Febrero 8 del 2008 a las 1:17 PM

NBAE/Getty Images
Gasol debutó como estrella de Hollywood con un recital.
¿Te imaginas que Kobe ficha a Pau? Fue la pregunta que me hacía en plan soñadora en verano cuando supe del encuentro entre el escolta y Gasol en Barcelona. Como es de esas quimeras que ni te planteas, del tipo de ilusiones tan inalcanzables no se piensan en serio, no pasó de un desliz de fantasía que le concedí a mi mente una vez que confirmé que sí, que se habían visto de verdad y habían charlado. "Se encontraron de casualidad", me dijeron. Y hasta ahí el tiempo que le dediqué.

No es posible que la suerte sonría de tal manera, que los astros se confabulen para que el mejor jugador español de la historia de nuestro baloncesto vaya a ser compañero del mejor de la actualidad en la franquicia más glamourosa (¿y que más vende?) del mundo. Porque la estrella le ha pedido. Quién no se ha puesto a pensar en los partidos de los Lakers de los ochenta, lo inalcanzable y maravilloso que se veía el Showtime de Magic, quién no recuerda -mitificándola- la reciente dinastía de Shaq y Kobe. Y quién podrá olvidar el debut de Gasol con su '16' sobre fondo morado… Qué sensación más extraña, emocionante y extraña. Verle ahí en la pugna por el primer balón del partido, titular, perdido en un sistema desconocido, buscando su sitio y de repente, recibiendo balones, oportunidades, invitaciones a participar en ese espectáculo que Kobe quiso, buscó y se encargó de que perteneciera a Pau. Hasta que el catalán no le necesitó más.

Y debutó como estrella de Hollywood, con un recital. Algunos dirán que Gasol resolvió un mal partido de Bryant. Para mí el escolta fue extraordinariamente generoso. Menudo recibimiento le dio. El de New Jersey del pasado 5 de febrero fue el primero de muchos encuentros en el que pelearán juntos estos dos líderes y un destino: el anillo. Ya está archivado en la memoria como tantos otros partidos memorables de los Lakers. Qué de noches grandes nos quedan por vivir y cómo ha ganado en interés una Liga que de por sí ya tenía atractivo de sobra.

La mañana siguiente a la noche en la que la noticia del traspaso de Gasol quitó importancia a cualquier otro acontecimiento ocurrido entonces en España, un amigo mío me reconoció "¡Vuelvo a ser de los Lakers veinte años después!". Se aficionó con Magic y les cogió manía con Shaq y Kobe. Era un 'antilaker' declarado. Este equipo cuenta con muchos aficionados pero también genera muchas antipatías, como sucede con todos los grandes. España no es una excepción a esa regla de 'hermano rico, hermano pobre'. Hasta ahora. Porque Pau ha cogido la fiebre amarilla y nos la ha contagiado rápidamente.

P.D. La epidemia amarilla no impide recordar a Calderón, que no estará, y debería, en este All Star.

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El tan poco original tema de Calderón y el All Star
Publicado por Isabel Tabernero. Enero 30 del 2008 a las 12:26 PM

NBAE/Getty Images
Toronto empezó la temporada regular pero Calderón ha comandado la remontada, literalmente.
No quiero ser pesada con el asunto Calderón… pero es inevitable.
No me gusta escribir del tema al que recurren todos… pero no puedo reprimirme.
No quiero que me acusen de que me dejo llevar por mi españolismo… pero voy a correr el riesgo.
No quiero que me digan que me repito en mis opiniones…
Ni que protesto injusticias que no existen.

Perdón por la falta de la originalidad pero lo único que me apetece decir hoy, a pocas horas de saber si José Manuel Calderón va o no va al All Star 2008, es que aunque los rumores le sitúan fuera de la cita de New Orleans… tendría que estar.

Bastantes simpatizantes con el base español me preguntan por mail si creo que José Manuel será 'all star' este año. Yo llevo un tiempo diciendo que sí porque cumple los requisitos pero los sondeos, las apuestas, las opiniones de mis compañeros, de algunos analistas americanos (que últimamente consulto de forma un tanto obsesiva) dicen que no. Que no es tan conocido, que Toronto no es un equipo tan popular, que no se han visto de él tantos partidos a nivel nacional, que Billups está antes y Kidd ni digamos.Y yo entonces repaso su lista de méritos y recuerdo por qué debería haber un hueco en el partido de las estrellas para él:

Porque este base suplente se vio abocado por la lesión del titular (el discutido TJ Ford) a demostrar por qué muchos le preferían a él cuando los dos estaban sanos ya en el quinteto. De 20 ha pasado a jugar 40 minutos, dejando a un lado el rol de secundario para ser actor principal… y bordarlo.

Porque no le recuerdo un partido malo. Cuando no tiene su día (y habrá pasado dos o tres veces en 40 partidos) simplemente, no destaca, nunca está mal.

Porque consigue ser un líder ante sus compañeros y se hace respetar sin dejar de fomentar el juego de equipo y huyendo de protagonismos que perjudiquen a los Raptors. No lo digo yo, lo dice todo el mundo en Toronto.

Porque Toronto empezó la temporada regular pero Calderón ha comandado la remontada, literalmente.

Por sus números, por supuesto. ¿Cuántos bases, aparte de Nash, hay por encima del español? Sus porcentajes de tiro son espectaculares (51,8% en tiros de campo, 44% en triples, 91,5% en tiros libres), promedia 9 asistencias, más de 12 puntos y de 3 rebotes, 1 robo, 1.5 pérdidas…

Porque si hay que hablar de espectáculo, también lo aporta: canastas que ganan partidos, noches de 12, 13, 14 asistencias y tiempo para anotar también más de 20 puntos porque el equipo lo necesita.

Porque si es verdad que cuando hay que estar más fuerte es al final este punto debería darle el empujón que le faltase por todo lo anterior: en los 12 encuentros jugados en enero sólo en uno dio menos de 9 asistencias, reboteó más que nunca y acumuló 7 choques con 15 ó más puntos. Y es el mes que menos duelos ha perdido Toronto (5).

Porque siempre tiene un momento para desear la vuelta de su compañero TJ, lesionado, se hable de lo que se hable.

No quiero decir que Kidd o Billups no deberían estar en New Orleans. Lo que digo es que Calderón también.

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Mucho mérito para un solo premio
Publicado por Isabel Tabernero. Enero 22 del 2008 a las 3:14 PM

NBAE/Getty Images
LBJ23 tiene unos números que asustan esta temporada, la primera después de demostrar al mundo que es capaz de llevar a su equipo a unas Finales de la NBA.
LeBron James tiene unos números que asustan esta temporada, la primera después de demostrar al mundo que es capaz de llevar a su equipo a unas Finales de la NBA. Con Kobe Bryant hay una deuda histórica que se podría subsanar este año, aprovechando que no se le puede reprochar egoísmo. Steve Nash, aunque parezca increíble, promedia el mayor número de asistencias de su carrera, más de 12 y lo hace casi todo bien. A Kevin Garnett parece que le da igual actuar solo o compartir protagonismo en cartel hasta con dos estrellas de la Liga. Lo suyo es continuar estando en todas partes y cumpliendo en todos sus frentes. Sus números apenas se enteran. Y Dwight Howard… está siendo coronado como el jugador más dominante de la NBA en el año en el que también es el gran artífice del resurgir de sus Magic.

Estos son los nombres que suenan (o que me suenan a mí) para el mejor del año, el MVP, el número uno del campeonato 07-08. Dos de ellos ya han sido galardonados, otro se ha quedado cerca un par de veces y otro está siempre en la lista pero no tiene tantas simpatías como los anteriores y por tanto, pierde opciones a poco que haga algo mal (lo que no está sucediendo tan a menudo este año). El único novato de la lista, Howard, tampoco tiene demasiadas opciones por juventud y la ‘crisis’ de resultados de Orlando, pero sus más de 22 puntos, 15 rebotes y 2.5 tapones de media en casi 40 minutos de juego disipan cualquier tipo de dudas sobre si merece o no ser candidato. Es uno de los MVPs de esta Liga.

Hay otros nombres que también podrían ser claros aspirantes (Chris Paul, Brandon Roy, Duncan, Melo y Iverson…) aunque suenen menos y otros que son autodescartados por sus equipos (Wade, Ming…). Lo más probable es que el MVP de esta temporada salga de los cinco primeros citados. Esta semana ‘parece’ llevar ventaja LeBron, Kobe se destacó el último medio mes, Garnett sigue una línea impecable desde el principio aunque ahora la atención mediática no recaiga solo sobre él y todos los periodistas, los que votan, están pendientes de lo que hace Nash cada noche. Y siempre es muy bueno.

Lo dicho. Mucho mérito para un solo galardón. Hasta ahora yo se lo daría a dos.

P.D. Calderón,'all star' sí o sí (aunque no vaya).

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La cara amable
Publicado por Isabel Tabernero. Enero 8 del 2008 a las 11:25 AM

NBAE/Getty Images
En Portland vuelven a vivir la otra cara, la amable, del baloncesto, en contraste con la historia del equipo perdedor.
Los periodistas de Boston no se creen la suerte que tienen. La temporada pasada relataban la pérdida total del orgullo ‘celtic’, llegando a un punto en el que las crónicas de la derrota seguida de la derrota ya no escocían, simplemente aburrían, aunque batiesen tristes récords de la franquicia con más títulos de la historia. Esta campaña les pagan por contar exactamente lo contrario y se sienten unos privilegiados.

Se ve en el Boston Herald, en el Boston Glove, la euforia y incredulidad mezclada a partes iguales en la pluma de los redactores emocionados por la reciente falta de costumbre, la misma que tenían en Los Angeles Times hace no muchos años de contagiar la fiebre amarilla consumada en anillos a través de artículos en los que hasta se cansaron de notificar la superioridad californiana a los lectores. Ahora ni con la fórmula que triunfa de la esperanza Bynum y la contención Bryant las tienen todas consigo, que estos siguen sin ser los Lakers de antaño.

Por su parte, en Portland vuelven a vivir la otra cara, la amable, del baloncesto, en contraste con la historia del equipo perdedor que se suponía que debían contar este año. La sorpresa duplica la alegría que pase lo que pase no les quitarán porque esta época de bonanza viene ‘de regalo’.

Juventud, divino tesoro, que reza el poema, y que no se materializa en nada bueno de momento en los Grizzlies, donde andan sobrados de inexperiencia. A ellos la ilusión del joven no les basta para ganar, se ven obligados a escribir en el Commercial Appeal. En la ecuación de Memphis los factores cuentan más que el producto. Iavaroni y sus vaivenes de minutos y pizarra sin sistema pueden con la calidad de unos novatos que soñarán, seguro, con vivir el milagro de los Blazers pero que se han de conformar con pelear por evitar el puesto del peor equipo de la Liga… una temporada más.

Al seguidor ‘grizzlie’ le cuesta no perder la afición y la paciencia, y no digamos a Gasol, que a ratos parece hastiado y a ratos se rebela de lo que le toca vivir un campeonato más. Entonces enseña su mejor basket para que no olvidemos que su talento sigue ahí aunque no valga para nada ahora. No es tan complicado que le toque volver a vivir la otra cara, la amable, del baloncesto, en breve. Y menos aún si está jugando en otro sitio.

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El tiempo que les queda
Publicado por Isabel Tabernero. Diciembre 20 del 2007 a las 9:36 AM

NBAE/Getty Images
Si tengo que pensar en Nash recuerdo que afirma estar seguro de ganar el anillo que le falta porque tiene “un equipo impresionante”.
Dice Steve Nash que a veces se siente viejo. Dice que no puede evitar no verse ya joven cuando mira en su equipo a los jóvenes de veintipocos fijarse en él y que entonces recuerda cuando él llegó a la Liga, con 22 años. De eso han pasado 11 y algo más. Steve Nash tiene ahora 33, acumula dos MVPs (y el doble de candidaturas) y ha dejado para la historia batallas de Playoffs imposibles de olvidar, con Nowitzki, con Amaré… o solo. Si tengo que recordarle de alguna manera, mi memoria siempre busca al base malherido, recorriendo la cancha a la velocidad de un rayo para luego tumbarse, hecho polvo, tratando de dar reposo a su espalda maltrecha. Sólo un par de minutos y a volver a la lucha. Si me propongo pensar en Steve Nash suele aparecérseme sangrando, con la nariz rota, por ejemplo, sudando y a punto de iniciar un nuevo contraataque. Si tengo que pensar en Nash recuerdo que afirma estar seguro de ganar el anillo que le falta porque tiene “un equipo impresionante”. Sin tener la misma convicción en los Suns que él, lo que se viene a mi mente es que Nash se hace mayor, sí, aunque por su velocidad, su talento y sus ganas, no queramos verlo, porque nos encanta. Y aún no ha completado su leyenda. Lo hará en este par de años próximo, se supone.

Al recordar a Nash me ha dado por pensar también en Tim Duncan. No sé la razón. Bueno sí, que apenas se ha hablado de él al haber estado lesionado. Se viene a la cabeza que en su primer partido tras volver metió 8 puntos. En el segundo, hace un par de días, ha sumado 36-17. Tiene gracia. Duncan no busca protagonismo pero tampoco le gusta que se deje de hablar de él. Es único.

Kobe sí que está calladito. Treinta puntitos un día, rozando el triple doble otro, encariñándose por enésima vez con sus compañeros amarillos, logrando victorias, más victorias de las esperadas. El otro día se reía mucho al final del encuentro ante los Clippers. Metió un triple sobrado y luego descansó. Había anotado 32 puntos en una de esas noches en las que parece que si quiere llega a 60. Una leyenda viva a la que faltan batallas en las Finales.

Nos gusta Dwight Howard, nos puede gustar LeBron James más o menos pero su calidad es indiscutible, Dwyane Wade es puro talento y Al Jefferson, Chris Paul o incluso el recién llegado Kevin Durant piden a gritos que les preste atención. La NBA del futuro tiene futuro de sobra. En ella habrá otro base incansable como Nash, otro míster perfecto como Duncan y otro genial y polémico como Bryant. Pero no serán iguales. Veamos qué pueden ofrecernos los clásicos y sus contemporáneos hoy, y el tiempo que les quede. Aunque nos tengan ganados por todo lo que han hecho antes, no está tan claro que LeBron y compañía les dejen.

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Algunas verdades y una pregunta
Publicado por Isabel Tabernero. Diciembre 7 del 2007 a las 4:04 PM

NBAE/Getty Images
D. Howard y los Orlando Magic una de las gratas sorpresas de la temporada.
Con mes y pico de competición uno ya puede intuir de quién es la NBA 07-08: los fracasos, éxitos, revelaciones, tendencias, equipos asentados y favoritos, todo tipo de favoritos. El ritmo frenético de partidos permite que una misma franquicia alterne crisis y buenas rachas pero hay ciertas verdades -siempre subjetivas- formadas a partir de lo que está siendo la Liga 07-08 hasta ahora:

Los equipos dominantes de los últimos tiempos extienden la tendencia un campeonato más: son los San Antonio, Detroit, Phoenix, Dallas (con alguna derrota más de la cuenta) con los mismos nombres protagonistas que no es necesario citar.

Las sorpresas, que son dos, Boston y Orlando, Orlando y Boston, al mismo nivel. Se habla más de los verdes pero a los Magic no hay quien les pare tampoco.

Los bien situados, Utah, Lakers,Toronto, Denver, New Orleans o Golden State. Tienen menos presión que los favoritos pero están ahí.

Las decepciones, la mayor de todas, Miami, pero otra escandalosa es Chicago y aunque mejor colocados, los Rockets no logran hacerse respetar. Hay más, pero menos chocantes.

Los fracasos -esperados- de Minnesota, Seattle, Memphis, Portland… una lástima.

Estas verdades de resultados se encadenan con las quinielas del MVP. Suenan dos nombres: Howard y Garnett. El primero lleva tiempo mereciendo que se hable de él pero la crisis deportiva 'magic' lo impedía y el segundo, más mediático, ya tiene un MVP y hace méritos para repetir. Tiene toda la pinta que uno de los dos será el condecorado, igual que tiene toda la pinta de que no hay pelea por el Rookie del Año, porque ya está dado a Kevin Durant casi de antemano. A los españoles nos queda el consuelo de que Navarro es tan bueno y tan descarado que no consiente que no se hable de él. El catalán, junto a Jamario Moon (¡a los 27 años!) y Daequann Cook intentan robar titulares al chupón (con perdón) de Seattle.

Ésta es la historia de la Liga 07-08 hasta el momento, un campeonato especial. Puede que sea una opinión equivocada, pero… ¿el nivel no es altísimo, como no se recuerda?

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Aptitud o Actitud
Publicado por Isabel Tabernero. Noviembre 28 del 2007 a las 3:38 PM

NBAE/Getty Images
Comienzan las críticas de Wade hacia su amigo Shaq.
Shaquille está gordo. Shaquille no entrena. Shaquille no está motivado. Shaquille no se cuida. Son los reproches que durante unos cuantos años de los ocho de relación que compartieron O'Neal y Kobe, se vertían sobre el en esa época pívot más dominante de la NBA, muchas veces provenientes del propio escolta.

Cuatro años después del fin de las rencillas interminables entre los entonces '8' y '34', de nuevo un compañero de Shaq levanta la voz de alarma sobre el físico, pero aún más sobre la actitud del 'center' en la cancha. La crítica ahora del '3' al '32' en la Prensa llama la atención porque -para empezar- viene de Wade, al que casi nunca se escucha decir una palabra más alta que otra.

De su desahogo público se intuye que debía estar bastante quemado para saltarse el protocolo y airear problemas en una franquicia -supuestamente- aspirante al anillo. Sorprende porque daba la impresión que Shaquille y Wade se llevaban bien y también inquieta puesto que si estos dos pilares no se mantienen unidos, con lo mal que han empezado los Heat este campeonato, el fiasco de Miami puede ser mayor que el último (el del rosco).

"Aunque no reciba el balón las veces que quisiera necesitamos que dirija al equipo de otras maneras, ya sea con rebotes o con pases característicos suyos", se queja Wade.

Por supuesto que la 'rajadita' de Wade le valió el rapapolvo en público de Pat Riley, que recomendó al crítico "lavar los trapos sucios dentro de casa" aunque luego él mismo ha mencionado la palabra banquillo como posible antídoto contra la crisis de Miami… y de Shaquille.

El criticado, O'Neal, justificó a su 'amigo' Wade diciendo que "él puede decirme esas cosas. Tenemos ese tipo de relación". Aunque esto sea cierto y dejando a un lado cómo de bien o mal se llevan las dos estrellas, al saltar las primeras chispas entre el escolta y el pívot ¿no le parece a uno estar reviviendo el pasado? ¿Quizá no habrá que plantearse si Kobe tenía más razón de la que le dieron en su día cuando se metía con Shaq? ¿No acabó también llevándose O'Neal muy mal con Penny Hardaway en su primera etapa en Orlando? ¿Por qué nadie se ha parado a pensar que quizá el pívot no está tan mayor como parece por su bajón de números y de dominio en la pintura (promedia diez puntos y cuatro rebotes menos este año que en su media de carrera) ¿No será que lo suyo no es tanto un problema de aptitud como de actitud?

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Llegar más, pedir más
Publicado por Isabel Tabernero. Noviembre 15 del 2007 a las 9:07 AM

NBAE/Getty Images
Pau es uno de esos pocos deportistas que se hacen querer por lo que hacen en la cancha pero más aún por cómo se comportan fuera.
Gasol es para los españoles lo que Ginóbili para los argentinos o Parker para los franceses: un símbolo, un orgullo, un deportista del que presumir… y sí, también el responsable de que muchos americanos hayan situado correctamente España en el mapa. El ala-pívot, sin embargo, se encuentra un peldaño por debajo de estos dos internacionales en status NBA, valoración que no tiene que ver con su calidad y sí con el respeto que se gana principalmente en Playoffs. Al catalán le falta -al menos- alguno de los anillos que sí poseen Manu y Tony para que nadie ponga ‘peros’ a sus galones para que nadie cuestione la etiqueta de súperestrella que ya se ha colgado por los ceros de su contrato, por el estreno en el All Star, por el premio a Rookie del Año, por el MVP del Mundial de Japón, etcétera.

Los españoles nos hemos vuelto muy exigentes y queremos más. Sólo pensamos en los siguientes pasos en la carrera de Pau, que tienen que producirse ya: el regreso a Playoffs y no de cualquier manera y por supuesto, al All Star. Pero la cosa no ha empezado bien este año. Y molesta. Uno hasta se enfada. Pau es uno de esos pocos deportistas que se hacen querer por lo que hacen en la cancha pero más aún por cómo se comportan fuera: con nobleza y sin tonterías. Eso, con su calidad más que demostrada, supone que a él se le exija más que a otros porque cuando las cosas le salen bien se celebra más y si le van mal, se pasa también mal.

De sufrir va el año de Memphis, parece. Mientras su equipo sigue con su dinámica perdedora, al ala-pívot se le ha visto flojear en las segundas partes de algunos partidos y se le reprocha falta de actitud en defensa (lo de llamarle ‘blando’ es todo un clásico en la Prensa de Memphis y entre los más críticos con el catalán). Además, si uno se pone a analizar las estadísticas, sorprende que el español no lideraba tras los primeros 6 choques disputados ningún aspecto del juego en los Grizzlies: ni siquiera puntos o minutos. Como contrapartida, en el momento de escribir este artículo Gasol acumulaba 64 partidos consecutivos con al menos 10 puntos en su casillero, algo que sólo superan cuatro jugadores en la NBA: Kevin Garnett, Ray Allen, Elton Brand y Carmelo Anthony. Ni McGrady, ni Nowitzki, ni siquiera Bryant o Iverson. Pau Gasol no ha colado su nombre entre tanta estrella. Es una de ellas, algo a lo que los españoles nos hemos acostumbrado sólo después de Pau, nunca antes. Ya no valoramos que sume siete campañas en la élite del baloncesto mundial, como Grande de la NBA, o que se hable de él como un más que probable miembro del All Star. Molesta que una noche coja cuatro rebotes en vez de 10 cuando sabemos que podría conseguir 12. Que meta 18 puntos en lugar de 22 cuando podría anotar 30. Que tira diez veces en la primera parte y ninguna en la segunda. Que no sea más agresivo con rivales inferiores que no le llegan a la suela de los zapatos, como decimos en España.

Es lo que pasa con el ‘16’, que no juega para rellenar su casillero de números, que no vive obsesionado con sus medias y que a veces parece resignado con la derrota y entonces gasta menos fuerzas porque la temporada es muy larga. Lo primero le honra y lo segundo… lo segundo es, probablemente, uno de sus aspectos a mejorar o, eufemismos aparte, uno de sus peores defectos. Antes no teníamos estrella NBA y ahora nos hemos vuelto tan exigentes que nos molesta comprobar que nuestra estrella es humana.

Pero más aún molesta oír y leer críticas a Gasol que no sean las propias. Es lo que pasa con Pau, que llega más.

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No traspasen a Kobe, por favor
Publicado por Isabel Tabernero. Noviembre 7 del 2007 a las 5:01 PM

NBAE/Getty Images
Chicago parece el destino ideal de KB24 con ansias de ponerse anillos hasta la retirada.
No lo digo yo, que estoy a favor de ese traspaso (estoy a favor de cualquier traspaso que implique que Kobe salga de los Lakers YA y se marche a un equipo con aspiraciones), lo dice Gilbert Arenas en su blog, que es buenísimo. Anima a Bryant a que se quede tranquilito en el Oeste, se lo pide como su “fan número uno” porque si el escolta acaba en Chicago o Detroit, las dos franquicias que más suenan como su próximo destino, el ‘Agente Zero’ tiene claro que su puesto en el All Star se lo van a arrebatar Bryant y Wade. Reclama incluso la intervención de su ‘protector’, David Stern, para que rechace cualquier movimiento del ‘24’ en esa dirección, el Este.

Arenas no es el único que se ha visto afectado o amenazado en algún sentido por los rumores de traspaso de Bryant: los Bulls han empezado peor imposible y cuando se trata de baloncesto, en las casualidades creo lo justo.

El escandaloso 0-4 inicial de un bloque que ya estaba en las quinielas de analistas de prestigio el año pasado como equipo revelación (¡o incluso campeón!) tiene una causa y una consecuencia más que posibles. De lo primero se presupone la desestabilización de un grupo que lleva meses oyendo hablar de mil y una combinaciones de nombres en el intercambio. Al fin y al cabo, además de profesionales son humanos.

De lo segundo, los efectos de la crisis de Chicago, se augura una aceleración del laborioso proceso que acabe con Kobe jugando en la ex franquicia de ‘Air’. Yo confío en que así sea y también en que no se carguen demasiado el equipo de Skiles para lograrlo.

Chicago parece el destino ideal de este jugador con ansias de ponerse anillos hasta la retirada y demostrar a la vez que en activo no hay otro mejor que él ante una canasta. Puede que su ego le traicione o puede que lo consiga.

Personalmente, tengo muchas ganas de ver al mejor del mundo (pese a que muchos, muchísimos aficionados no comparten esta opinión) intentar ese reto en una franquicia con alguna posibilidad. Sólo lo siento por Arenas…

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Candidatos… a elegir
Publicado por Isabel Tabernero. Noviembre 1 del 2007 a las 10:25 AM

NBAE/Getty Images
¿Spurs o Suns? ¿Duncan o Nash? .
Ahora sí que sí. Empieza la Liga y es momento de apuestas. En el entorno que me rodea hay dos corrientes de moda esta temporada y otras dos que se asoman tímidamente. La que triunfa, la que más se repite en las quinielas como el ‘ahora o nunca’ es la de Phoenix. Y cuando digo Phoenix digo Phoenix campeón 2008 sí o sí. Por Amaré, fundamentalmente, pero también por la tónica de las últimas temporadas, del ‘quiero y las circunstancias no me dejan’ o la del ‘quiero, puedo, pero soy novato’.

Hay que reconocer que los Suns tienen tres o cuatro nombres estelares… y mala suerte en los momentos decisivos, así como también han pecado de inexpertos en determinadas eliminatorias de Playoffs. Se viene a la mente aquella de primera ronda ante Los Lakers de hace dos años, cuando casi se dejan eliminar por un equipo muy mediocre, a pesar de Kobe. Por eso, presuponiendo buena suerte, más experiencia y la misma calidad esta vez, si Shawn Marion finalmente no rompe el bloque, es su campaña del ‘quiero y puedo’.

En mi círculo de amigos/fanáticos/compañeros, hay otro equipo, San Antonio, que aparece un año más como candidato número uno. A los que apuestan por los Spurs yo les llamo conservadores, porque decir que ganan Duncan y compañía es ir a lo fácil. Pero una cosa es eso y otra la corriente ‘anti spur’ que se desató la Liga pasada en mi entorno, especialmente durante la polémica arbitral ante los Suns en postemporada. Los texanos no serán tan divertidos, no irán a dar espectáculo, no impondrán a los partidos el ritmo frenético ‘made in Nash’, pero no me resultan, a mí al menos, en absoluto aburridos de ver, ni tampoco la representación del antibaloncesto actual, de lo que les han llegado a tildar. Con un equipo tan compacto, compensado y con la lección tan bien aprendida como San Antonio, es más culpa del rival que suya si sus encuentros aburren.

Junto a estas dos corrientes, Nash y Duncan, aparece, tímidamente, como digo, una tercera en las apuestas. Es la de Chicago. Pero Chicago con Kobe. Realmente intriga qué parte del bloque pueden mantener los Bulls si fichan al escolta. Y por otro lado uno se pregunta hasta dónde pueden llegar con las genialidades de Bryant. Pero, para un primer año, más allá de una actuación digna en Playoffs parece demasiado. Nunca se sabe.

La otra apuesta por el dominador de la NBA 07-08 es Dallas, pero su candidatura viene acompañada de reservas. Las que siguieron al vendaval ‘warrior’ que les pasó por encima el último campeonato o las que generaron su regalo del título a los Heat un año antes. Por muy buenos que sean, si no se lo creen…

La gente se acuerda menos de los Rockets o los Nuggets. Y ambos están ante su ‘ahora o nunca’. ¿Y los Heat? ¿Y Detroit? ¿Y los Jazz? No hay que descartarlos, aunque Utah sea una opción menos extendida y que seguramente sorprenda y la de Miami parezca caducada. Afortunadamente, los candidatos sobran.

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¿Se pueden contar con los dedos de una mano los Grandes de la NBA?
Publicado por Isabel Tabernero. Octubre 24 del 2007 a las 8:57 AM

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¿De verdad sólo hay diez jugadores de la NBA que estén al nivel superior al del resto del mundo? .
El otro día un compañero periodista, no perteneciente al grupo de los que sólo opinan de la NBA, sino al de los que escriben de ella porque la siguen, afirmaba en una columna de opinión que los grandes, los verdaderos Grandes de la Liga, se podían “contar con los dedos de las manos”, quedando excluidos de la lista los que simplemente son buenos o muy buenos. Está claro que ésta es una opinión extendida en la Prensa española, sobre todo desde que tenemos a cinco jugadores de los nuestros formando parte de la que se denomina la mejor Liga del mundo.

Pau, Calderón, Garbajosa, Sergio (pese sus penalidades) o Navarro militan en la NBA con algo más que dignidad y tenemos a otros dos nombres que el año próximo sonarán mucho en el resto del mundo gracias a la fama inmediata que les dará el debutar -presumiblemente- en el campeonato norteamericano. Se trata de Rudy Fernández, número 24 del pasado Draft, y Marc Gasol, 48. Sí, Marc es también el hermano de Pau pero esto es independiente de su calidad.

Efectivamente, tenemos a siete jugadores en la elite del baloncesto mundial y algunos más de los que no se habla, el más importante, Raúl López, que jugó en los Jazz y sólo abandonó la NBA por culpa de una lesión que pareció perenne pero que ya está olvidada. El otro es Felipe Reyes, un 10 como pívot y parece que también como persona. Con ellos el grupo se vería aumentado a nueve. Por muy buenos que sean todos ellos, que lo son, salvo Pau, los otros ocho quedan, de momento, excluidos del grupo de Grandes del que habla mi compañero.

Pero, ¿de verdad sólo hay diez jugadores de la NBA que estén al nivel superior al del resto del mundo? Si me pongo a pensar, lo siento, pero me salen muchos más. ¿Por dónde empiezo? ¿Por McGrady? ¿O suelto mi lista de corrido y casi sin pensar? Garnett-Duncan-T-Mac-Amaré Stoudemire-LeBron-Carmelo-Wade-Kobe-Gilbert Arenas-Chris Bosh-Grant Hill-Chris Webber. Pero también Jason Kidd, Shaquille O’Neal o Allen Iverson. Los internacionales también cuentan: Yao Ming, Steve Nash, Nowitzki, Parker, Gasol, por supuesto.

De verdad que lo estoy escribiendo tal y como me salen, sin reflexionarlo apenas. Paul Pierce, Ray Allen, Michael Redd, Jermaine O’Neal, Baron Davis, Chauncey Billups, Elton Brand. Y los que empiezan a serlo, que no me atrevo a citarlos sin cierto reparo: Deron Williams, Chris Paul… y paro ya porque sigo y al final meto a los no tan Grandes como para mencionarlos. Pero las cuentas no me salen: diez, estoy segura, diez… no son.

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Compensaciones de madrugada
Publicado por Isabel Tabernero. Octubre 17 del 2007 a las 12:07 PM

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Kobe Bryant, otra razón para no dormir en la madrugada.
Seguir la NBA desde España tiene un gran inconveniente: no te deja dormir.

Durante los más de siete meses que dura la temporada el despertador acostumbra a sonar de madrugada, a horas raras, desde luego poco apropiadas para ponerse delante de la tele entre dos y tres horas. Cuando acaba el partido, con suerte quedan otro par de horas para recuperar el sueño perdido antes de ir a trabajar, al instituto, a la universidad, depende del caso.

Unas veces vale la pena y otras no.

Pero si los protagonistas me convencen la mayoría de las veces yo me arriesgo. Y como mi caso hay mucha más gente. Unos lo hacen por la ÑBA, que les denominan aquí, el grupo de españoles que está haciendo historia porque son muy buenos, tanto como para formar parte de la mejor Liga del mundo. Otros se engancharon en la era Jordan, quizá los mismos que se empeñan en comparar a las nuevas estrellas con el único ‘Air’ que ha existido y existirá.

Otros muchos se aficionaron antes, incluso mucho tiempo atrás. Esos son privilegiados porque pueden elegir sus recuerdos favoritos de la NBA sin tener que recurrir a enciclopedias o vídeos antiguos: el Showtime, los años gloriosos de los Celtics, el Dream Team, los Bad Boys...

A los que han vivido momentos legendarios como estos les suele parecer que Tracy McGrady, Shaquille O’Neal, Iverson, Duncan, LeBron o Wade, las estrellas de hoy, están a un nivel inferior que Julius Irving, Wilkins, Abdul-Jabbar o Larry Bird (a Chamberlain ni lo cito). Es lo que se dice: que cualquier tiempo pasado fue mejor. Pero es que eso mismo me sucede ahora mismo a mí, y eso que me he perdido muchos de los grandes momentos de la historia de esta Liga.

Dentro de poco se cumplirán dos años de la noche que viví en directo los 81 puntos de Bryant y no puedo evitar recordarlo con nostalgia. Me da pena pensar que ese momento mágico ya pasó, que no se repetirá. Pero entonces me recuerdo que, afortunadamente, Kobe sigue jugando en la NBA, no ha cumplido los treinta y sí, por qué no, puede volver a hacerlo. Me doy cuenta que este baloncesto también será leyenda en el futuro. Que lo mismo mañana el momento mágico lo protagoniza Calderón, o Pau, o Navarro, y no me lo quiero perder.

Sí, me siguen compensando las madrugadas.

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