El Banco de España supervisa la solvencia y el cumplimiento de la normativa específica de las entidades cuya supervisión se le ha encomendado.
El modelo de supervisión se basa en cuatro elementos:
- Una regulación efectiva y prudente, con normas de acceso y ejercicio de la actividad.
- Una supervisión continuada de las entidades, con recepción y análisis de información periódica e inspecciones in situ.
- Medidas de carácter corrector: requerimientos y recomendaciones, planes de saneamiento; intervención o sustitución de administradores.
- Un régimen disciplinario y sancionador que puede afectar tanto a las entidades como a sus administradores.
En esta sección se pueden conocer, entre otras cosas, el marco de la función supervisora del Banco, la normativa o los criterios supervisores que se aplican.