El Eurosistema

Una visión histórica: del Consejo de Europa a la UE

Antecedentes

Tras la II Guerra Mundial, las naciones europeas se propusieron firmemente que nunca más se volviera a producir semejante destrucción en el continente, a la sazón desunido por enfrentamientos nacionales históricos.

Este espíritu de colaboración se concretó en 1949 con la firma del Tratado de Londres, por el que se creó el Consejo de Europa.

En un primer momento, se adhirieron diez Estados: Bélgica, Dinamarca, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Noruega, los Países Bajos, el Reino Unido y Suecia, con el objetivo común de promover la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho.

El 9 de mayo de 1950, Robert Schuman, uno de los padres fundadores de la unidad europea, propuso la creación de una organización europea para controlar la producción de carbón y acero, materias primas indispensables para la reconstrucción del continente.

El nacimiento de las Comunidades Europeas

Siguiendo las líneas generales de la propuesta de Robert Schuman, seis Estados (Bélgica, Alemania, Francia, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos) firmaron en 1951 un acuerdo para gestionar de forma común sus industrias pesadas. Nació, pues, la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) Enlace en nueva ventana, cuyo primer presidente fue Jean Monnet, padre del europeísmo.

Ante el éxito de la iniciativa, los mencionados países decidieron poco después integrar otros sectores de sus economías, como la agricultura, y avanzar en la eliminación de las barreras comerciales y en la constitución de un mercado común.

En marzo de 1957 se firmaron los Tratados de Roma, que cristalizaron en la Comunidad Económica Europea (CEE) Enlace en nueva ventana y en la Comunidad Europea de la Energía Atómica (CEEA o Euratom) Enlace en nueva ventana.

En 1965, según lo acordado en el Tratado de Bruselas, los organismos rectores de las tres instituciones existentes (CECA, CEE y CEEA) instituyeron la Comisión y el Consejo europeos.

El Acta Única Europea

En 1968 los miembros de la CEE habían suprimido ya los derechos de aduana, pero las diferentes legislaciones nacionales siguieron constituyendo una traba para el libre intercambio económico. En 1987 entró en vigor el Acta Única Europa Enlace en nueva ventana la  primera gran reforma de los tratados vigentes, que fijaba como objetivo la creación de un mercado único no más tarde del 1 de enero de 1993. Durante los años ochenta, este proceso concentró gran parte de las energías europeas.

El Tratado de Maastricht

En 1992 se dio un paso definitivo en el proceso de integración con la aprobación del Tratado sobre la Unión Europea o Tratado de Maastricht Enlace en nueva ventana.

La Comunidad Económica Europea pasó a llamarse Comunidad Europea (CE); se creó una nueva organización supranacional, la Unión Europea (UE), que absorbía las tres Comunidades Europeas existentes (la CECA, la CE y la CEEA), y se dio luz verde a la creación de una Unión Económica y Monetaria (UEM), con el mandato de establecer una moneda única.

Los últimos acuerdos

El Tratado de Amsterdam Enlace en nueva ventana de 1997 y el Tratado de Niza Enlace en nueva ventana de 2001 permitieron ampliar las competencias de la Unión y avanzar en la renuncia por parte de los Estados miembros a algunas parcelas significativas de su soberanía en aras de unas reglas comunes y unas normas armonizadas de actuación.

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