Lenguas
Español
English
Registro
Login:
Clave:
Entrar
Registro
Se me olvidó mi Clave
libro@librodot.com
Cargar Libro
Donaciones (US$10)
Compra DVD (US$27)
Blog Librodot
Paginas
Pagina de Inicio
Libros Favoritos
Listado en Excel
Introduzca los t}rminos de bSsqueda.
Enve el formulario de bSsqueda
Web
librodot.com
Obtenga Su Certificado
Libros por Autor:
A
B
C
D
E
F
G
H
I
J
K
L
M
N
O
P
Q
R
S
T
U
V
W
X
Y
Z
Autor:
Gabaldón y Blanco, Luis
Gabriel y Galán, José María
Gache, Roberto
Gallardo, Bartolomé José
Gallego, Juan Nicasio
Gallegos, Rómulo
Galofré, R.
Galsworthy, John
Gálvez, María Rosa de
Gandhi, Mahatma
Ganivet, Ángel
García de la Huerta, Vicente
García de Villalta, José
García Goyena, Rafael
García Gutiérrez, Antonio
García Lorca, Federico
García, Hans Ángel
Gaskell, Elizabeth
Gaspar, Enrique
Gautier Benítez, José
Gautier, Judith
Gautier, Theophile
Germain, Saint
Gestoso Singer, Graciela Noemí
Gibrán, Khalil Gibrán
Gide, André
Gil y Carrasco, Enrique
Gilson, Etienne
Giner de los Ríos, Francisco
Girondo, Oliverio
Gissing, George
Gistaín, Mariano
Glanvil, Joseph
Glasgow, Ellen
Godoy, Guadalberto Juan
Goebbels, Joseph
Goethe, Johann Wolfgang
Gogol, Nicolai
Goldoni, Carlo
Goldsmith, Oliver
Gómez de Avellaneda, Gertrudis
Góngora, Luis de
Gónzalez, Diego
González, Joaquín Víctor
Gorki, Máximo
Gorostiza, Manuel Eduardo de
Gracián, Baltasar
Grahame, Kenneth
Gramsci, Antonio
Granada, Nicolás
Grandmontagne, Francisco
Grant, Maxwell
Grassi, Ángela
Grey, Zane
Griffith, George
Grimm, Hermanos
Grin, Alexandr
Groussac, Francois Paul
Grupo Aztlán
Guenon, René
Guevara, Antonio de
Guevara, Ernesto Che
Guevara, Luis Vélez de
Guido y Spano, Carlos
Guido, Tomás
Guimaraes Rosa, Joao
Guinnard, A. M.
Guiraldes, Ricardo
Gurdjieff, Georges Ivanovic
Gutiérrez Nájera, Manuel
Gutiérrez, Eduardo
Gutiérrez, Juan María
Gutiérrez, Ricardo
Góngora, Luis de
(1561-1627)
Escritor español. Este poeta, padre de toda una escuela que pasados los siglos, después de acerbamente criticada y rechazada, resurge en el extranjero, principalmente en Francia, con el nombre de simbolismo, nació en Córdoba, que a la vieja Roma ya había dado grandes poetas y filósofos, y a España un Juan de Mena, el 11 de junio de 1561.
Joven aún, a los quince años, pasó a la universidad de Salamanca, entonces en el apogeo de su fama, a estudiar derecho. Pero le interesaba más el culto de las musas que el análisis del Fuero Juzgo y las Partidas y, según parece fue en las aulas en que todavía retumbaban los ecos de la autorizada voz del maestro de León, donde compuso gran parte de sus composiciones de arte menor: poesías amatorias, letrillas satíricas y romances, con lo que abandonó el estudio de una carrera que habría podido más tarde procurarle una situación elevada, como le correspondía por su nacimiento, pues era de distinguida familia.
Sin embargo, no abandonó del todo sus estudios, pues que a los cuarenta y cinco años podía hacerse eclesiástico y obtener un beneficio en la catedral de Córdoba, después de lo cual, y gracias a la protección del duque de Lerma y del marqués de Siete Iglesias, fue nombrado capellán de honor del rey don Felipe el tercero.
Entonces marchó a Madrid, donde esperaba medrar con su ingenio, mas ya su edad no estaba para intrigas y devaneos, y no supo sacar todo el partido que se podía del favor de que gozaba. Además, poco después sufrió de una cruel enfermedad de cabeza que le hizo perder completamente la memoria; y hubo de volverse a su patria: donde murió a poco, en 1627, el 24 del mes de mayo.
Sin temor se puede asegurar que es Góngora el poeta de más definida personalidad que se halla en el parnaso castellano. Sus primeras composiciones, si bien acusan suma delicadeza y facultades nada vulgares, no dejan de ser ni más ni menos que las que otros ingenios habían ya dado a conocer, y están cortadas por el mismo patrón que tantas otras.
Mas luego cambió de rumbo, abandonó el arte menor y se lanzó a las mayores «extravagancias», como se llamaba a su arte, porque rompía con todos los moldes y se abría nuevos caminos por terrenos inexplorados, absolutamente desconocidos.
No es extraño que en aquella época tan impregnada de parnasianismo, no fuesen tales producciones comprendidas; pero es inadmisible que todavía hoy, en los institutos y universidades de España se siga presentando al revolucionario poeta como a una suerte de monstruosidad o aberración, cuando, conto decíamos al principio, las grandes escuelas poéticas extranjeras, y principalmente la francesa, practican hoy con gloria análogos principios.
Que la poesía de Góngora no es para el vulgo, sino que es plato delicado y difícil de gustar, cosa es de que no cabe duda; pero de esto a lo que de él se dice y lo que con él se hace, hay muchísima diferencia.
Se es injusto, rematadamente injusto con él, la principal injusticia que se comete es la de no publicar en las antologías sino algunas letrillas o romances suyos, los que probablemente datan de sus tiempos de estudiante, en vez de composiciones que le son más personales, más suyas. Nosotros, con el mayor eclecticismo, publicaremos varias de cada época.
Ahora bien: téngase entendido que Góngora y gongorismo no son sinónimos: el gongorismo es un vicio, y echarle a él la culpa de lo ocurrido después de él, equivaldría a achacar a Jesús las crueldades de Torquemada y Calvino, porque en su nombre obraban ambos, o el culpar a Dumas padre de esa literatura (?) barata y folletinesca de que las librerías francesas y belgas infestan el mundo entero.
Por otra parte, otro innovador, cuya gloria ni en vida suya fue discutida, a pesar de sus desgracias y miserias: el gran Verlaine, que sin duda alguna es el primer poeta francés del siglo XIX, tenía por Góngora una profunda admiración; se puso a estudiar con ahínco el castellano para poder traducirle, pues no conocía nuestra lengua lo bastante para ello, y a una de las composiciones de sus Poèmes Saturniens puso como lema este verso de don Luis Argote y Góngora:
A combates de amor, campo de plumas.
Este solo detalle bastaría para la gloria de Góngora, y prueba que los poetas sudamericanos de hoy, aunque otra cosa pretenden, no siguen una escuela francesa, sino eminentemente española, pasada por el tamiz francés.
Titulo
Canciones y otros poemas en arte mayor
169.4 KB
De las Lusíadas de Luis de Camoes que tradujo Luis de Tapia, natural de Sevilla Suene la trompa bélica del castellano cálamo, dándoles lustre y ser a las Lusíadas, y con su rima angélica en el celeste tálamo, 5 encumbre su valor sobre las Híadas, Napeas y Hamadríadas; con amoroso cántico y espíritu poético celebren nuestro bético 10 del Mauritano mar al mar Atlántico, pues vuela su Calíope desde el blanco francés al negro etíope.
Comedia Venatoria
113.8 KB
CUPIDO Aunque en humildes paños escondido y disfrazado en hábito villano, si es el mismo que desnudo soy vestido, aquel dios soy del coro soberano cuya dorada flecha y llama ardiente...
Doctor Carlino
442.9 KB
DOCTOR Gerardo, nuestros abuelos, graduando sus espadas en las leyes de sus duelos, mancharon las estacadas con la sangre de sus celos.
Epistolario (Góngora))
189.9 KB
Sin reseña.
Fábula de Polifemo y Galatea
72.1 KB
Se cuenta entre los poemas mayores de Luis de Góngora. Su tema son los amores de Acis y Galetea y la venganza del cíclope Polifemo, desarrollados en sesenta y tres octavas reales. Toda la riqueza del máximo poeta de la lengua castellana resplandece en esta obra, desde el juego de metáforas a la utilización de los recursos fónicos: 'infame turba de nocturnas aves'. La presente edición se completa con el texto de Ovidio que sirvió de fuente principal para la Fábula.
Las firmezas de Isabela
481.8 KB
MARCELO ¿De qué seno infernal, oh pensamiento, o por dónde has venido, si de tus alas torpes huye el viento? De plumas no, de ingratitud vestido, y dos veces vendado, ciego dos veces para mí es Cupido.
Mientras por competir… (1582)
67.6 KB
Mientras por competir con tu cabello, oro bruñido al sol relumbra en vano, mientras con menosprecio en medio el llano mira tu blanca frente el lilio bello;
Soledades
185.0 KB
Vale la pena, antes de empezar el análisis del poema en el que Góngora vertió lo más íntimo de su sensibilidad, tratar de reconstruir las circunstancias materiales y morales en las que fueron concebidas y redactadas estas "Soledades".
Sonetos de Luis de Góngora
280.0 KB
"Abajo Tres veces de Aquilón el soplo airado del verde honor privó a las verdes plantas, y al animal de Colcos otra tantas ilustró Febo su vellón dorado,"
All Rights Reserved by LIBROdot.com