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Autor:
Nabokov, Vladimir
Nachón, Fernando
Navarra, Margarita de
Navarro Villoslada, F
Nerón
Nerval, Gérard de
Nervo, Amado
Nesbit, Edtih
Nieto, Manuel
Nietzsche, Friedrich
Nin, Anais
Nitobe, Inazo
Nodier, Charles
Nogués, José María
Nogués, Romualdo
Nostradamus, Michel
Novalis
Nuñez Cabeza de Vaca, Alvar
Núñez de Arce, Gaspar
Numenio
Nabokov, Vladimir
()
Novelista estadounidense de origen ruso, poeta y crítico, considerado como una de las principales figuras de la literatura universal. Nabokov nació el 23 de abril de 1899, en San Petersburgo, en el seno de una familia de la aristocracia. En 1919, la familia abandonó el país para escapar de la Revolución Rusa. En 1922 Nabokov se graduó en la Universidad de Cambridge con la máxima calificación. Bajo el seudónimo de Vladimir Sirin comenzó a escribir para los diarios de los emigrantes rusos en Berlín, donde vivió de 1923 a 1937. Su novela sobre ajedrez, La defensa de Lùzin (1930), consagró a Nabokov como uno de los principales valores de la joven generación de escritores emigrados de Rusia. Durante los cinco años siguientes escribió cuatro novelas y un cuento, entre las que destacan Desesperación e Invitado a una decapitación. Pasó en Francia los tres años siguientes, donde comenzó a escribir en inglés. En 1940, se trasladó a Estados Unidos y cinco años más tarde adoptó la nacionalidad estadounidense. Su primera novela en inglés, Barra siniestra, se publicó en 1947. Su fama literaria fue discreta hasta la publicación en París de Lolita (1955), obra que supuso su consagración como escritor. Esta asombrosa novela narra la intensa y obsesiva relación de un hombre maduro con una adolescente precoz, y puede considerarse como un estudio del amor y el deseo sexual. Durante la década de 1960 se tradujeron a diversas lenguas algunas de las primeras novelas de Nabokov escritas en ruso, como Invitado a una decapitación. Pálido fuego (1962), la novela que siguió a Lolita, fue también muy elogiada. En 1964 publicó, en edición crítica, su traducción al inglés de la novela de Alexandr Pushkin Eugene Onegin (4 volúmenes). Habla memoria (1966) es un nostálgico relato de su infancia en la Rusia imperial y su vida posterior hasta 1940; las memorias se publicaron originalmente en forma abreviada en 1951, bajo el título de Prueba poco convincente. Rey, dama, valet, escrita en Berlín y publicada en ruso y alemán en 1928, es una parodia de una novela tradicional. En 1969 apareció Ada o el ardor, un ejemplo claro de su obra. En 1973 publicó dos libros: Una belleza rusa y otros relatos, y el ensayo Opiniones contundentes. En 1959 Nabokov se estableció en Suiza, donde vivió recluido hasta el 2 de julio de 1977. Murió en Montreux. El territorio exclusivo de Nabokov es la tragicomedia compleja, en la que el tiempo y el espacio se condensan o se expanden, y las metáforas y los símiles se entremezclan en un juego incesante. Como dijera el propio autor: "Aunque camino siempre al borde de la parodia, tiene que haber, por otra parte, un abismo de seriedad".
FUENTE BIOGRÁFICA: EL PODER DE LA PALABRA
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Titulo
Ada o el ardor
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"Publicada por Nabokov al cumplir sus setenta años, Ada o el ardor supone el felicísimo apogeo de su larga y brillante carrera literaria. Al mismo tiempo que crónica familiar e historia de amor (incestuoso), Ada es un tratado filosófico sobre la naturaleza del tiempo, una paródica historia del género novelesco, una novela erótica, un canto al placer y una reivindicación"
Bachmann
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"No hace mucho tiempo apareció en los periódicos una breve mención de que el otrora famoso pianista y compositor Bachmann había muerto olvidado del mundo en la aldea suiza de Marival, en el asilo de Santa Angélica. La noticia me trajo a la mente la historia de la mujer que le amó. Me la contó el empresario Sack. Hela aquí."
Barra Siniestra
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" Barra siniestra fue la primera novela que escribí en América, y esto ocurrió media docena de años después de que ella y yo nos adoptásemos mutuamente. La mayor parte del libro se compuso durante el invierno y la primavera de 1945-1946, en un período de mi vida particularmente despejado y vigoroso. Mi salud era excelente. Mi consumo diario de cigarrillos había alcanzado la marca de cuatro cajetillas. Dormía al menos cuatro o cinco horas, y me pasaba el resto de la noche paseando, lápiz en mano, por el deslucido pisito de Craigie Circle, Cambridge, Massachusetts, donde me alojaba, entre una anciana de pies petrificados y una joven de oído hipersensible. Todos los días, incluidos los domingos, me pasaba diez horas estudiando la estructura de ciertas mariposas en el paraíso-laboratorio del Museo de Zoología Comparada de Harvard; pero, tres veces más por semana, sólo permanecía allí hasta el mediodía, hora en que me apartaba a viva fuerza del microscopio y de la cámara lúcida para trasladarme a Wellesley (en tranvía y autobús, o en Metro y ferrocarril), donde enseñaba gramática y literatura rusa a unas chicas del Instituto."
Batir las alas
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"Cuando la punta curva de un esquí se cruza con la otra, uno cae hacia delante. La nieve se le mete por las mangas, le escalda la piel y no resulta fácil volver a ponerse en pie. Kern, que hacía mucho tiempo que no esquiaba, empezó a sudar con el esfuerzo. Un poco mareado, se quitó de un tirón el gorro de lana que le hacía sentir un picor en las orejas y se limpió con él la nieve húmeda que le había quedado prendida en las pestañas."
Beneficencia
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"Yo había heredado el estudio de un fotógrafo. Un lienzo de tintes violáceos seguía todavía allí junto a la pared; mostraba una balaustrada y una urna blanquecina contra el fondo de un jardín de contornos imprecisos. Y era una silla de mimbre la que me acogía a mí aquella noche, como si yo también me encontrara en el umbral de aquellas profundidades de acuarela, era yo el que pasé allí hora tras hora pensando en ti, hasta que llegó la mañana."
Cuento de Navidad (VN)
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Se hizo el silencio. La luz de la lámpara iluminaba despiadadamente el rostro mofletudo del joven Anton Golïy, vestido con la tradicional blusa rusa campesina abotonada a un lado bajo su chaqueta negra, quien, nervioso y sin mirar a nadie, se disponía a recoger del suelo las páginas de su manuscrito que había desperdigado aquí y allá mientras leía.
Cuentos Completos.
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Sus cuentos en una sóla edición.
Desesperación
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" Si no estuviese absolutamente convencido de poseer un gran talento literario y una maravillosa capacidad para expresar ideas de manera insuperablemente viva y encantadora... Así, más o menos, había pensado comenzar mi relato. Es más, pensaba llamar la atención del lector acerca de que, en caso de haber carecido de ese talento, de esa capacidad, etcétera, no solamente me habría abstenido de describir ciertos acontecimientos recientes, sino que ni siquiera hubiese habido nada que describir, ya que, amable lector, no habría ocurrido absolutamente nada."
Detalles de una puesta de sol
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"El último tranvía desaparecía entre el espejo de tinieblas de la calle y, a lo largo del cable, un destello de fuego de Bengala, crepitando trémulo, se perdía rápido en la distancia como una estrella azul. «Bueno, será mejor que sigamos andando, aunque estás bastante borracho, Mark, bastante borracho...» El destello de fuego se extinguió. Los tejados brillaban a la luz de la luna, ángulos de plata rotos por negras grietas transversales."
Dioses
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"Esto es lo que veo ahora mismo en tus ojos: una noche lluviosa, una calle angosta, unas farolas que se pierden en la distancia. El agua se desliza vertiginosa por las laderas de los tejados empinados hasta los desagües. Debajo de la boca de serpiente de cada uno de los desagües hay un cubo con un aro verde."
El dragón
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"Vivía recluido en una cueva profunda, lóbrega, en el mismo corazón de una montaña rocosa, alimentándose tan sólo de murciélagos, ratas y mantillo. Es verdad que, ocasionalmente, algún cazador de estalactitas o algún viajero curioso llegaba merodeando hasta la cueva, y su visita acababa resultando un verdadero festín."
El duende del bosque
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"Yo trataba, pensativo, de encerrar entre mis trazos la silueta vacilante de la sombra circular del tintero. En un cuarto lejano un reloj dio la hora, mientras que yo, soñador como soy, me imaginé que alguien llamaba a mi puerta, suave al principio, luego más y más fuerte. Llamó doce veces y se detuvo expectante."
El Hechicero
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"A finales de 1939 o comienzos de 1940, en París, durante una época en la que me vi obligado a guardar cama debido a un grave ataque de neuralgia intercos¬tal, la primera y aún débil palpitación de Lolita reco¬rrió todo mi cuerpo. Hasta donde puedo recordarlo, este estremecimiento inicial de inspiración fue en cierto modo provocado por la lectura de una noticia acerca de un mono del Jardín des Plantes que, engatusado por un científico durante varios meses, terminó haciendo el primer dibujo que haya sido garabateado jamás por un animal. "
El puerto
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"La peluquería, con su techo bajo, olía a rosas ajadas. Unos tábanos zumbaban pesados, insistentes. Los rayos de sol formaban charcos relucientes de miel fundida en el suelo, pellizcaban el cristal de las lociones con sus destellos, y se traslucían a través de la gran cortina de la entrada: una cortina de cuentas de arcilla enhebradas en cuerdas de bambú que se alternaban con cáñamo más grueso, y que se desintegraba en un estrépito iridiscente cada vez que alguien la apartaba a un lado para entrar."
Invitación a una decapitación
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"De acuerdo con la ley, la sentencia de muerte le fue anunciada a Cincinnatus C. en voz muy baja. Todos se pusieron de pie, cambiando sonrisas. El juez de cabello cano le acercó su boca al oído, contuvo el aliento, le hizo el anuncio y se apartó lentamente, como despegándose de él. De inmediato devolvieron a Cincinnatus a la fortaleza."
La Dádiva
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" La mayor parte de La dádiva (en ruso, Dar) fue escrita entre 1935-1937 en Berlín; en 1937 terminé su último capítulo en la Riviera francesa. La principal revista de la emigración, Sovremennye Zapiski, dirigida en París por un grupo de ex miembros del partido social revolucionario, publicó la novela por entregas (63-67, 1937-8); sin embargo, omitió el capítulo cuarto, que rechazó por las mismas razones por las que Vasiliev no admite, en el capítulo tercero, la biografía que contiene; bonito ejemplo de que la vida se ve obligada a imitar al mismo arte que condena. Hasta 1952, casi veinte años después de haberla empezado, no apareció una edición completa de la novela, publicada por la organización samaritana, Editorial Chejov, de Nueva York. Es fascinante imaginar el régimen bajo el cual Dar pueda leerse en Rusia."
La defensa Luzhin
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"A pesar de su aspecto grosero y desaseado, carente por completo de gracia, el gran maestro Luzhin, protagonista de esta novela, ha sido considerado por muchos como uno de los más encantadores personajes nabokovianos. El descubrimiento del ajedrez supone para él la revelación de un orden de impecable armonía donde encontrar refugio contra las tribulaciones de su desdichada adolescencia. A partir de ese momento da comienzo su brillante carrera como campeón en ese juego, que pronto se convierte en objeto de una obsesión que absorbe su vida por completo. Demasiado tarde comprende Luzhin que tal obsesión amenaza con destruirlo y que el instrumento escogido como defensa contra el desorden y los agravios del mundo es también un arma que finalmente se vuelve contra él mismo, hallándolo en la más patética indefensión."
La tormenta
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"En la esquina de una calle cualquiera de Berlín oeste, bajo el dosel de un tilo en plena floración, me vi envuelto en una ardiente fragancia. Masas de niebla ascendían en el cielo nocturno y, cuando el último hueco de estrellas fue absorbido en ellas, el viento, ese fantasma ciego, cubriéndose el rostro con las mangas, barrió la calle desierta. En la oscuridad mate, sobre los postigos de hierro de una barbería, su escudo colgante —una bacía de plata— empezó a oscilar como un péndulo."
La Veneciana
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"Delante del castillo de tonos rojizos, entre frondosos olmos, había una pista de tenis de hierba intensamente verde. Aquella mañana temprano, el jardinero había pasado un rodillo de piedra hasta dejarla suave y lisa, arrancado un par de margaritas, redibujado las marcas del césped con cal líquida y había colocado bien tirante una nueva red elástica y resistente entre los dos postes."
La verdadera vida de Sebastian Knight
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"Sebastian Knight nació el 31 de diciembre de 1899 en la antigua capital de mi patria. Una vieja dama rusa me mostró una vez, en París —suplicándome, por algún misterioso motivo, que no divulgara su nombre—, un diario que había llevado en el pasado. Tan ocres (en apariencia) habían sido esos años, que los detalles recogidos día tras día (¡pobre método de alcanzar la perduración!) apenas iban más allá de un sucinto informe sobre las condiciones climatológicas. "
Lolita
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"Lolita o las Confesiones de un viudo de raza blanca: tales eran los dos títulos con los cuales el autor de esta nota recibió las extrañas páginas que prologa. «Humbert Humbert», su autor, había muerto de trombosis coronaria, en la prisión, el 16 de noviembre de 1952, pocos días antes de que se fijara el comienzo de su proceso. Su abogado, mi buen amigo y pariente Clarence Choate Clark, Esquire, que pertenece ahora al foro del distrito de Columbia, me pidió que publicara el manuscrito apoyando su demanda en una cláusula del testamento de su cliente que daba a mi eminente primo facultades para obrar según su propio criterio en cuanto se relacionara con la publicación de Lolita."
Mira los arlequines
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"Conocí a la primera de mis tres o cuatro sucesivas mujeres en circunstancias bastante extrañas, cuyo acaecer hacía pensar en una burda intriga plagada de detalles absurdos y urdida por un conspirador que no sólo ignoraba el fin perseguido, sino también se empeñaba en torpes maniobras que parecían excluir toda posibilidad de éxito. Fueron precisamente esos errores, sin embargo, los que tejieron por sí solos una red que me atrapó y, con ayuda de otras tantas torpezas de mi parte, me obligó a cumplir el destino que era la única finalidad de la trama."
Navidad
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"Sleptsov regresó del pueblo caminando a través de las nieves que lo empañaban todo y, al llegar a su mansión campestre, se refugió en un rincón, sentado en una butaca de terciopelo que no recordaba haber utilizado con anterioridad. Es el tipo de cosa que sucede después de una gran calamidad."
Pnin
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"El pasajero de edad madura sentado junto a la ventana del costado norte de ese tren inexorable, al lado de un asiento vacío y frente a otros dos, también vacíos, era nada menos que el profesor Timofey Pnin. Increíblemente calvo, tostado por el sol y bien afeitado, Pnin comenzaba en forma bastante imponente con esa cúpula marrón que era su cabeza, las gafas de carey (que ocultaban una infantil ausencia de cejas), el labio superior simiesco, el grueso cuello y aquel torso de hombre fuerte embutido en una ceñida chaqueta de twed; lo que no le impedía terminar, de manera harto decepcionante, en un par de piernas ahusadas (metidas ahora en pantalones de franela y puesta una sobre otra), y en unos pies de aspecto frágil, casi femeninos."
Risa en la oscuridad
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"Érase una vez un hombre que se llamaba Albinus y vivía en Berlín, Alemania. Era rico, respetable, feliz. Pero un día abandonó a su esposa por causa de una amante joven; amó, no fue amado, y su vida acabó en el desastre. Ésta es toda la historia, y en eso podríamos haberla dejado de no reportarnos provecho y placer el relatarla; y aunque hay suficiente espacio en una lápida para verter, sintetizada y encuadernada en musgo, la glosa de la vida de un hombre, a todo el mundo le gusta conocer pormenores."
Se habla ruso
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"El estanco de Martin Martinich está situado en un edificio que hace esquina. Es natural que los estancos tengan predilección por las esquinas a juzgar por el de Martin, porque su negocio va viento en popa. El escaparate es de modestas proporciones, pero está bien dispuesto. Unos pequeños espejos dan vida a la mercancía que allí se exhibe."
Sonidos (Nabokov)
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"Fue necesario cerrar la ventana: la lluvia golpeteaba contra el alféizar y salpicaba el parquet y los sillones. Con un sonido escurridizo y fresco, unos enormes espectros de plata corrían veloces por el jardín, a través del follaje y a lo largo de la arena anaranjada."
Un Cuento de Hadas
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¡La fantasía, el vuelo, los arrebatos de la fantasía! Erwin los conocía muy bien. Al tomar el tranvía, procuraba sentarse sobre la mano derecha, para estar tan cerca de la acera como fuera posible. Así, dos veces al día, en su viaje de ida y en su viaje de vuelta de la oficina, Erwin observaba por la ventanilla y seleccionaba su harén.
Una carta que nunca llegó a Rusia
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"Mi adorable, mi muy querida y lejana, me imagino que no habrás olvidado nada en los más de ocho años que dura ya nuestra separación, si es que aún consigues recordar a aquel guarda canoso con su librea azul que ni se molestaba siquiera en mirarnos cuando hacíamos novillos para encontrarnos en aquellas mañanas heladas de San Petersburgo, en el Museo Suvorov, tan polvoriento, tan pequeño, tan semejante a una suntuosa caja de rapé. ¡Con qué ardor nos besábamos a espaldas de aquel granadero engominado!"
Una cuestión de suerte
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"Era camarero en el vagón restaurante internacional de un expreso alemán. Se llamaba Aleksey Lvovich Luzhin. Había abandonado Rusia cinco años antes, en 1919, y desde entonces, a medida que se iba abriendo camino de una ciudad a otra, había probado un sinnúmero de oficios y ocupaciones: trabajó de bracero en Turquía, de mensajero en Viena, fue pintor de brocha gorda, empleado de comercio, y así sucesivamente."
Venganza
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"Ostende, el muelle de piedra, la playa gris, la hilera distante de hoteles, todo ello rotaba despacio mientras se perdía en la niebla distante y turquesa de un día de otoño. El profesor se tapó las piernas con una manta de cuadros, y la chaise longue crujió con su peso al reclinarse en la comodidad de la lona. La cubierta color ocre-rojizo estaba atestada de gente, y sin embargo en silencio. Las calderas palpitaban discretamente."
Verdadera vida de Sebastian Knight, La
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Sebastian Knight nació el 31 de diciembre de 1899 en la antigua capital de mi patria. Una vieja dama rusa me mostró una vez, en París —suplicándome, por algún misterioso motivo, que no divulgara su nombre—, un diario que había llevado en el pasado.
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