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+LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICO -- Un apasionante viaje aún no concluido
 
+ De palacio de la cultura
A Teatro de la Maestranza

La construcción del Teatro de la Maestranza parte de un concurso convocado en 1986 por la Diputación de Sevilla, propietaria del solar del antiguo cuartel de la Maestranza de artillería, para dotar a la ciudad de un Palacio de la Cultura que incluyese un auditorio polivalente, salas de exposiciones, centro de documentación y recursos culturales y centros de estudio, producción e investigación cultural.

Resultó ganador el proyecto, obra de los arquitectos Aurelio del Pozo y Luis Marín, que incorporaba la fachada existente de la antigua Maestranza como pórtico del volumen principal correspondiente al auditorio, un cilindro cubierto con una bóveda rebajada, y distribuía las dependencias de dotación cultural en torno a un patio público central. Los espacios y volúmenes que conformaban el Palacio de la Cultura se adecuaban, con respeto y complementariedad, al entorno circundante.

Especial importancia adquirieron en los trabajos previos los estudios de acústica destinados al auditorio, con un volumen próximo a los 20.000 m3 y capacidad para 1.800 espectadores. Asesorados por el Prof. Lotha Cremer los autores buscaron el tiempo ideal de reverberación y las mejores condiciones para la recepción del sonido directo y los reflejados. Crearon para ello una topografía de formas convexas, planos truncados, terrazas… que rompiese la concavidad acústica del interior de la sala y destruyese la posibilidad de focalizaciones sobre la audiencia. Se corrigieron las formas de la terrazas iniciales para permitir acortar la distancia que separaba las butacas centrales de las superficies laterales reflejantes. Se puso especial cuidado en la calidad de los materiales, aislamientos y reflectores acústicos. Incluso las butacas “Carmen”, creadas para este espacio por Aurelio del Pozo, la gran lámpara o la estructura de madera que cubre la sala, la “margarita acústica”, combinan la funcionalidad con la estética. Tanto la decoración como el mobiliario están diseñados para la comodidad del espectador, la completa visión del escenario y mejor percepción del sonido en base a los conocimientos que se tienen hoy en día de acústica y topografía.

La Diputación provincial, promotora del Palacio de la Cultura, acudió a la cooperación, mediante firma de convenios, con otras instituciones estatales, autonómicas y locales para acometer la empresa. Se sumaron así al proyecto los Ministerios de Cultura y para las Administraciones públicas, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla.

Las obras se iniciaron el 10 de febrero de 1987 con un presupuesto de inversión en torno a 1.600.000.000,00 de pesetas (9.616.194, 00 €.).

 

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